Enfermedades y Condiciones

Cirrosis y Cicatrización Hepática

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La cirrosis es una afección crónica en la que el hígado se daña gravemente y se reemplaza por tejido cicatricial. Este artículo explora las causas, síntomas, diagnóstico y manejo de la cirrosis, ofreciendo información clave para los pacientes.

Estos artículos son solo para fines informativos.
Para obtener asesoramiento o diagnóstico médico, consulte con un profesional.

1. ¿Qué es?

La cirrosis es una etapa tardía de la cicatrización (fibrosis) del hígado causada por muchas formas de enfermedades y afecciones hepáticas, como la hepatitis, el alcoholismo crónico y la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Cada vez que el hígado se lesiona, ya sea por enfermedad, consumo excesivo de alcohol u otra causa, intenta repararse a sí mismo. En el proceso, se forma tejido cicatricial. A medida que la cirrosis progresa, cada vez se forma más tejido cicatricial, lo que dificulta que el hígado funcione (cirrosis descompensada).   

2. Causas

Una amplia gama de enfermedades y afecciones pueden dañar el hígado y provocar cirrosis. Algunas de las causas más comunes incluyen:

  • Consumo excesivo crónico de alcohol: El consumo excesivo de alcohol durante muchos años es una causa importante de cirrosis.
  • Enfermedad del hígado graso no alcohólico: La acumulación de grasa en el hígado puede causar inflamación y daño que, con el tiempo, pueden provocar cirrosis.
  • Hepatitis viral crónica: La hepatitis crónica B y la hepatitis crónica C son infecciones virales del hígado que pueden causar inflamación y daño hepático que conducen a la cirrosis.

Otras causas incluyen:

  • Enfermedades de las vías biliares
  • Enfermedades metabólicas hereditarias del hígado
  • Enfermedades autoinmunes del hígado

3. Síntomas

La cirrosis a menudo no causa signos ni síntomas en las primeras etapas de la enfermedad. A medida que la cirrosis progresa, puede causar:

  • Fatiga
  • Debilidad
  • Pérdida de apetito
  • Náuseas
  • Pérdida de peso
  • Dolor abdominal
  • Pequeñas arañas vasculares en la piel
  • Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia)
  • Hinchazón en las piernas, los pies o los tobillos (edema)
  • Ascitis (acumulación de líquido en el abdomen)
  • Picazón intensa de la piel
  • Tendencia a sangrar o moretear con facilidad
  • Confusión, somnolencia o dificultad para hablar (encefalopatía hepática)

4. Diagnóstico

El diagnóstico de la cirrosis generalmente implica una combinación de:

  • Análisis de sangre: Los análisis de sangre pueden revelar anomalías en las pruebas de función hepática, así como otros cambios en la sangre.
  • Pruebas de imagen: Se pueden utilizar la ecografía, la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM) para crear imágenes del hígado.
  • Biopsia de hígado: Una muestra de tejido hepático (biopsia) se puede extraer para examinarla en un laboratorio. Una biopsia de hígado puede ayudar a confirmar el diagnóstico de cirrosis y determinar la causa y la extensión del daño hepático.
  • Endoscopia: Para buscar venas agrandadas en el estómago y el esófago (várices), que es una complicación de la cirrosis.

5. Tratamiento

El tratamiento para la cirrosis depende de la causa y la extensión del daño hepático. Los objetivos del tratamiento incluyen:

  • Tratar la causa subyacente: En la cirrosis causada por el consumo excesivo de alcohol, el tratamiento implica dejar de beber alcohol. En el caso de la hepatitis viral, se pueden usar medicamentos para controlar el virus.
  • Manejo de los síntomas: Los medicamentos pueden aliviar algunos de los síntomas de la cirrosis, como la picazón, la fatiga y el dolor.
  • Prevención de complicaciones: El tratamiento puede incluir medicamentos, cambios en la dieta y otros tratamientos para prevenir o tratar las complicaciones de la cirrosis.

Algunas de las complicaciones de la cirrosis incluyen:

  • Hipertensión portal
  • Várices esofágicas y gástricas
  • Ascitis
  • Encefalopatía hepática
  • Cáncer de hígado

5.1. Trasplante de hígado

Cuando la cirrosis está avanzada, un trasplante de hígado puede ser la única opción de tratamiento.

6. Prevención y Estilo de Vida

Puede reducir su riesgo de cirrosis si:

  • No bebe alcohol en exceso: Si elige beber alcohol, hágalo con moderación. Para las mujeres y los hombres mayores de 65 años, esto significa no más de una bebida al día. Para los hombres menores de 65 años, esto significa no más de dos bebidas al día.
  • Mantenga un peso saludable: Si tiene sobrepeso u obesidad, tome medidas para perder peso.
  • Proteja su riesgo de hepatitis: No comparta agujas ni tenga relaciones sexuales sin protección.

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