El sueño de calidad es un pilar a menudo subestimado de la salud digestiva. Durante el sueño, el cuerpo realiza procesos de reparación y regulación que son vitales para el funcionamiento óptimo del sistema gastrointestinal. La falta de sueñopuede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal, lo que puede llevar a inflamación y síntomas digestivos como el estreñimiento o la diarrea.

Además, la privación del sueño aumenta los niveles de estrés y puede afectar las hormonas que regulan el apetito y la digestión. Dormir lo suficiente y mantener un horario de sueño regular ayuda a mantener la armonía en el tracto digestivo, mejorando la digestión y reduciendo la vulnerabilidad a trastornos gastrointestinales.

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