Enfermedades y Condiciones

Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII)

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La EII abarca trastornos crónicos que causan inflamación en el tracto digestivo, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Este artículo explora sus causas, síntomas, diagnóstico y manejo, ofreciendo información esencial para los pacientes.

Estos artículos son solo para fines informativos.
Para obtener asesoramiento o diagnóstico médico, consulte con un profesional.

1. ¿Qué es?

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es un término general que describe un grupo de trastornos crónicos que causan inflamación en el tracto digestivo. Los dos tipos principales de EII son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.   

  • Enfermedad de Crohn: Esta afección puede inflamar cualquier parte del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano. La inflamación puede extenderse a través de todas las capas de la pared intestinal.
  • Colitis ulcerosa: Esta afección causa inflamación y úlceras (llagas) en el revestimiento del colon (intestino grueso) y el recto.

La EII puede ser una afección debilitante que provoca dolor, diarrea, sangrado rectal, pérdida de peso y fatiga.

2. Causas

La causa exacta de la EII aún no se conoce completamente. Sin embargo, se cree que es el resultado de una respuesta inmunitaria anormal en el tracto digestivo. El sistema inmunitario ataca por error los propios tejidos del cuerpo, lo que provoca inflamación.

Varios factores pueden contribuir al desarrollo de la EII:

  • Genética: Las personas con antecedentes familiares de EII tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
  • Sistema inmunitario: Una respuesta inmunitaria hiperactiva o desregulada en el intestino.
  • Factores ambientales: Ciertos factores, como fumar, el estrés y la dieta, pueden desempeñar un papel en el desencadenamiento o el empeoramiento de la EII.
  • Microbioma intestinal: Desequilibrios en las bacterias que normalmente viven en el intestino pueden contribuir a la inflamación.

3. Síntomas

Los síntomas de la EII pueden variar según la gravedad de la inflamación y la parte del tracto digestivo afectada. Los síntomas comunes incluyen:

  • Dolor abdominal: Cólicos, dolor sordo o agudo en el abdomen.
  • Diarrea: Deposiciones frecuentes y sueltas, que pueden contener sangre o moco.
  • Sangrado rectal: Sangre en las heces o sangrado del recto.
  • Pérdida de peso: Pérdida de peso involuntaria debido a la disminución del apetito y la mala absorción de nutrientes.
  • Fatiga: Sensación de cansancio y falta de energía.
  • Fiebre: Temperatura elevada, especialmente durante los brotes.
  • Urgencia intestinal: Necesidad repentina y frecuente de evacuar el intestino.
  • Sensación de evacuación incompleta: La sensación de que no se ha vaciado completamente el intestino después de una evacuación.

Además de los síntomas gastrointestinales, la EII también puede causar problemas fuera del tracto digestivo, como:

  • Artritis: Dolor e inflamación en las articulaciones.
  • Problemas de la piel: Erupciones, llagas o nódulos en la piel.
  • Problemas oculares: Inflamación de los ojos.
  • Inflamación del hígado o las vías biliares.

4. Diagnóstico

El diagnóstico de la EII puede implicar una combinación de pruebas:

  • Análisis de sangre: Para detectar signos de inflamación, anemia o infección.
  • Análisis de heces: Para detectar sangre en las heces, inflamación o infecciones.
  • Colonoscopia o sigmoidoscopia: Se inserta un tubo flexible con una cámara para examinar el interior del colon y tomar biopsias (muestras de tejido) para su análisis.
  • Endoscopia superior: Para examinar el esófago, el estómago y el duodeno.
  • Pruebas de imagen: Radiografías, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM) para evaluar el tracto digestivo.
  • Capsula endoscópica: Se traga una cápsula con una cámara para obtener imágenes del intestino delgado.

5. Tratamiento

El tratamiento de la EII tiene como objetivo:

  • Reducir la inflamación
  • Aliviar los síntomas
  • Lograr y mantener la remisión (períodos sin síntomas)
  • Mejorar la calidad de vida
  • Prevenir complicaciones

Las opciones de tratamiento incluyen:

5.1. Medicamentos:

  • Aminosalicilatos: Medicamentos que ayudan a controlar la inflamación en el revestimiento del intestino.
  • Corticoesteroides: Medicamentos que reducen la inflamación, pero que no son adecuados para el uso a largo plazo debido a los efectos secundarios.
  • Inmunomoduladores: Medicamentos que suprimen el sistema inmunitario para reducir la inflamación.
  • Biológicos: Medicamentos que se dirigen a proteínas específicas involucradas en la respuesta inmunitaria.
  • Antibióticos: Se pueden usar para tratar infecciones o complicaciones.

5.2. Terapia nutricional:

  • Una dieta especial administrada a través de una sonda de alimentación o por vía intravenosa puede ayudar a mejorar la nutrición y permitir que el intestino descanse.

5.3. Cirugía:

  • Puede ser necesario extirpar partes dañadas del tracto digestivo. La cirugía no cura la EII, pero puede ayudar a aliviar los síntomas y tratar las complicaciones.

6. Prevención y Estilo de Vida

Si bien no existe una forma segura de prevenir la EII, las siguientes estrategias pueden ayudar a controlar la enfermedad y mejorar la calidad de vida:

  • Manejo del estrés: El estrés puede desencadenar brotes, por lo que las técnicas de reducción del estrés son importantes.
  • Dieta: Si bien no existe una dieta específica para la EII, algunas personas encuentran que ciertos alimentos empeoran sus síntomas.
  • Dejar de fumar: Fumar puede empeorar la EII.
  • Ejercicio: El ejercicio regular puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud en general.

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