1. ¿Qué es?
La diverticulitis es una afección que se desarrolla en el colon (intestino grueso). Se produce cuando se forman pequeñas bolsas abultadas (divertículos) en la pared del colon. La presencia de divertículos en sí misma se llama diverticulosis y es común, especialmente después de los 40 años. Sin embargo, cuando estos divertículos se inflaman o se infectan, la afección se denomina diverticulitis.
2. Causas
La diverticulitis ocurre cuando los divertículos se desgarran, lo que provoca inflamación o infección. Se cree que esto puede ser causado por:
- Presión sobre la pared del colon: La presión del gas, las heces o los líquidos puede hacer que los divertículos se abulten.
- Heces o partículas de alimentos que quedan atrapadas en los divertículos: Esto puede provocar la proliferación de bacterias e infección.
Varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar diverticulitis:
- Edad: La diverticulitis es más común en adultos mayores.
- Dieta baja en fibra: Una dieta baja en fibra puede aumentar el riesgo de estreñimiento, lo que aumenta la presión sobre el colon.
- Falta de ejercicio: La inactividad física puede aumentar el riesgo de diverticulitis.
- Obesidad: El exceso de peso aumenta la presión sobre el colon.
- Tabaquismo: Fumar puede aumentar el riesgo de diverticulitis.
- Ciertos medicamentos: Algunos medicamentos, como los AINE, pueden aumentar el riesgo de diverticulitis.
3. Síntomas
Los síntomas de la diverticulitis pueden variar de leves a graves. Los síntomas comunes incluyen:
- Dolor abdominal intenso: El dolor suele ser intenso y puede ocurrir repentinamente. A menudo se localiza en la parte inferior izquierda del abdomen.
- Fiebre y escalofríos: La infección puede causar fiebre y escalofríos.
- Náuseas y vómitos: La diverticulitis puede causar náuseas y vómitos.
- Estreñimiento o diarrea: Algunas personas pueden experimentar estreñimiento, mientras que otras pueden tener diarrea.
- Hinchazón abdominal: El abdomen puede sentirse hinchado y sensible.
- Sangrado rectal: En algunos casos, la diverticulitis puede causar sangrado rectal.
4. Diagnóstico
El diagnóstico de la diverticulitis generalmente implica:
- Examen físico: El médico palpará el abdomen para detectar sensibilidad y signos de inflamación.
- Análisis de sangre: Se pueden realizar análisis de sangre para detectar signos de infección o inflamación.
- Colonoscopia: Se inserta un tubo flexible con una cámara (colonoscopio) en el recto para examinar el interior del colon. Sin embargo, una colonoscopia generalmente no se realiza durante un ataque agudo de diverticulitis debido al riesgo de perforación.
- Tomografía computarizada (TC): Una TC del abdomen y la pelvis puede ayudar a diagnosticar la diverticulitis y descartar otras afecciones. Es la prueba de imagen más común para diagnosticar la diverticulitis.
5. Tratamiento
El tratamiento de la diverticulitis depende de la gravedad de los síntomas.
5.1. Diverticulitis no complicada:
La diverticulitis leve sin complicaciones generalmente se puede tratar en casa con:
- Antibióticos: Para tratar la infección.
- Dieta líquida: Para permitir que el colon sane.
- Analgésicos: Para controlar el dolor.
- Reposo: Descansar puede ayudar a aliviar los síntomas.
A medida que mejoran los síntomas, se puede reintroducir gradualmente alimentos sólidos en la dieta.
5.2. Diverticulitis complicada:
La diverticulitis grave o complicada puede requerir hospitalización y tratamiento con:
- Antibióticos intravenosos: Para tratar la infección.
- Líquidos intravenosos: Para prevenir la deshidratación.
- Sonda nasogástrica: Para succionar el contenido del estómago si hay vómitos intensos.
- Cirugía: La cirugía puede ser necesaria para tratar complicaciones como un absceso, una fístula, una obstrucción o una perforación.
6. Prevención y Estilo de Vida
Si bien no siempre se puede prevenir la diverticulitis, se pueden tomar las siguientes medidas para reducir el riesgo:
- Dieta rica en fibra: Una dieta rica en fibra puede ayudar a prevenir el estreñimiento y promover las deposiciones regulares.
- Ejercicio regular: El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la función intestinal y reducir la presión sobre el colon.
- Beber muchos líquidos: Mantenerse hidratado puede ayudar a prevenir el estreñimiento.
- Mantener un peso saludable: Perder peso si tiene sobrepeso u obesidad puede ayudar a reducir el riesgo de diverticulitis.
- No fumar: Fumar aumenta el riesgo de diverticulitis.